La coincidencia con el solsticio de verano simboliza la victoria de la naturaleza a través de este día.
Lamentablemente, si bien el Día tendría que ser festivo, la realidad y mucho más aún en España, alejada de los criterios de otros países de Europa, no propicia muchas Alegrías.
Observamos con esperanza al tiempo que preocupación como los Grandes Festivales piensan continuar, aún con las limitaciones que sean precisas, y ahí están los de Granada o Las Noches en los Jardines del Alcazar, por sernos muy cercanos, pero
¿Que pasa con otros?
¿Se aprovechará la ocasión para hacer demagogia con otros problemas y prescindir del apoyo a la Música?
Y en estos momentos, no pensamos en la Música, que está por encima de las veleidades de los hombres, sino de los MÚSICOS, esas personas que la hacen posible y especialmente aquellos que no forman parte de grandes orquestas y por tanto de Empresas, sino de los solistas, instrumentistas o cantantes, cantaores, guitarristas, bailarines y bailaores y en definitiva de todos aquellos que viven a expensas de contratos específicos y en el día a día como medio de subsistencia.
Hemos leido que ayer, el Ministro de Cultura, Deportes, Toros, y no sabemos si algo más, dio el pistoletazo de salida al Día de la Música con bonitas palabras. Eso está bien, pero ¿Que medidas se están tomando?
No necesitamos pistoletazos sino buenas intenciones y mejores decisiones.
Ya sabemos que esto es un problema mucho más general, pero hoy TOCA HABLAR DE MÚSICA.
En estos momentos, sin pecar de pesimismo, lo cierto es que nos apetece una Oda a la Alegría por la Música, Y DE ESPERANZA POR LOS MÚSICOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario