Nuestro compañero Pascual Muñoz quiere compartir con todos su historia de dos discos que forman parte de su vida Musical
Dos tesoros de mi discoteca con el Castillo de Águilas presidiéndolos |
A comienzos de los años 70, yo ya había descubierto la Bossa, y como casi todos lo hicimos con esa mítica canción de Garota de Ipanema.
Eso hizo que ya resultaran familiares nombres como Vinicius de Moraes (por encima de todos) y comenzaban serlo otros como Maria Creuza, Maria Bethania y Toquinho.
Situado en esa perspectiva, me encuentro con un disco (hablo lógicamente de vinilo) con el nombre de VINICIUS DE MORAES EN LA FUSA.
Leo la contraportada y me entero que La Fusa era un local mítico de Argentina a modo de lo que ahora sería un Cafe-Teatro, ubicado en un chalet de Mar de Plata, fundado por una pareja de locos visionarios y que allí pudo atraer durante un verano para actuar en su local, con solo unas pocas mesas a los personajes citados, lo que le produjo la ruina económica pero su nombres Silvina Muñiz y Coco Perez, han quedado para la Historia.
Lo que allí se produjo en esos días fue pura magia y algo imposible de repetir.
No obstante, se pensó que aquello había que compartirlo con el mundo, pero la grabación original no tenía suficiente calidad técnica y se decidió entonces la grabación en estudio pero incorporando ese ambiente irrepetible de La Fusa.Lo que pasó después ya forma parte, no solo de la Historia sino de la Leyenda de la Bossa Nova.
¿Como no iba a comprar esos discos?
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