El 13 de noviembre de 1988 fallece en Suiza Antal Dorati, director de orquesta de origen húngaro. Obtuvo la ciudadanía estadounidense en 1947. Recibió la Orden del Imperio Británico.
En 1937 apareció por primera vez en los Estados Unidos al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington.
Los resultados sonoros de sus ejecuciones fueron claros y fluidos, consiguiendo unas versiones de las obras muy cercanas las indicaciones del compositor.
Director de un amplísimo repertorio, destacó en sus interpretaciones de Schoenberg, Bartók, Mahler y Chaikovski. Hizo interpretaciones apreciables de Beethoven y Brahms aunque siempre volvió a Haydn, su compositor predilecto.
Forma parte de la prestigiosa escuela de directores de origen húngaro como Fritz Reiner, George Szell, Eugene Ormandy y Georg Solti.
Artista mundialmente reconocido se definía a sí mismo como un « médico de la orquesta », que tenía por objetivo hacer avanzar y progresar las formaciones musicales que dirigió.
Para quien escribe esta nota, Antal Dorati siempre estará unido a un viejo LP dirigiendo a la New Philarmonia Orchestra en la Sinfonñía nº 9 de Dvorak, con una portada espectacular de un gran velero que a su vez nos hace pensar en La Linea Onedin y el Adagio de Spartacus. Demasiados pensamientos enlazados para hacerlos trasladar a este apartado.
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