El auténtico cambio en su carrera le llegó en 1946, cuando entre dudas y miedos, tuvo una audición en Milán, con Arturo Toscanini, recién llegado de Estados Unidos, en busca de nuevas voces jóvenes.
Tebaldi canto más en el Metropolitan que en ningún otro lugar, por la estrecha relación que estableció con su público, que la apodó Miss Sold Out (Señorita Entradas Agotadas).
En total cantó allí alrededor de 270 veces, óperas como La Bohème, Madama Butterfly, Tosca, Manon Lescaut, La Fanciulla del West, Otello, La Forza del Destino, Simón Boccanegra, Falstaff, Andrea Chénier, La Gioconda y el papel de Violetta, en una producción de La Traviata creada especialmente para ella.
La rivalidad entre Renata Tebaldi y Maria Callas fue uno de los duelos más legendarios en la historia de la ópera durante los años 50 y 60, alimentada por la prensa y fans apasionados. Ambas sopranos italianas dominaron La Scala de Milán, donde Tebaldi era la reina hasta que Callas la eclipsó con interpretaciones innovadoras como Norma y Medea . Sus repertorios se solapaban poco, pero coincidencias en teatros como el Liceo de Barcelona generaban tensiones, con gritos de "¡Viva Tebaldi!" Durante recitales de Callas.
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