Cuando escuchamos un Concierto de Música Clásica, escuchamos al solista formando parte homogénea con la Orquesta, pero eso no siempre es así, y surge la duda si la orquesta debe estar al servicio del solista o al contrario.
Con motivo de la grabación del Concierto nº 1 de Brahms, coincidieron dos genios sobre el escenario, Leonard Bernstein y Glen Gould, aunque éste tenía tanto de "raro" como de posible genio.
Antes del comienzo, y como preámbulo, Bernstein dirigió una alocución al público que es muy clarificados sobre cual era su opinión al dirigir a Gould. Por cierto, en aquella ocasión en que Bernstein pensó en dejar que dirigiera su asistente, ese era Seiiji Ozawa.
Existe también otra curiosa historia sobre esta misma reflexión, después de la actuación, Toscanini le preguntó a Ravel, que estaba entre el público, qué pensaba sobre la actuación. Ravel le dijo que era muy bueno pero demasiado rápido. Toscanini furioso respondió: 'sólo así la música no aburre', y el turno es atrás. Ravel se volvió hacia Pedro Freitas Branco y le dijo: este gran hombre siempre tiene razón pero lo que no sabe es que quiero que el Bolero sea aburrido.
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