Se trata de un período que suele producir nostalgia así como reflexión, quizás influenciado por el equilibrio que se produce entre el día y la noche.
No dudamos que todo esto influyó en el ánimo de Vivaldi para componer uno de sus más bellos conciertos, incluido en las Cuatro Estaciones.
Invitamos a nuestros lectores a que sigan todo lo que el famoso compositor nos quiso transmitir a lo largo de los tres movimientos de que consta.
Primer Movimiento - Allegro.
El baile y el canto de los campesinos
Comienzo con una bella y sencilla melodia bailable que serviré de tema principal.
El violín solista tocando con dobles cuerdas nos evoca el canto alegre de los campesinos.
Descripción de un borracho amigo del vino joven, con escalas ascendentes y descendentes.
La calma que inunda y la tranquilidad bucólica del borracho dormido.
Segundo movimiento - Adagio Molto
Continúa la calma con los borrachos dormidos.
Un acorde del violín nos indica una progresión armónica que nos transporta al ambiente otoñal.
Tercer Movimiento: Allegro
La Caza, pasando con la melodía solista que nos introduce en la fiera huyendo con los cazadores tras ella con progresiones melódicas en forma en tresillos.
Escopetas y perros de caza con decisivas intervenciones de las cuerdas.
El solista ataca de nuevo con escalas y aspergios imitando el jaleo de los perros.
Muere la fiera mientras huye con el solista engtrando en vertiginosas escalas. El animal está muerto.
Reexposición del primer tema con la conclusión del concierto.
Y para poder transmitirnos todo esto, pocos músicos como Anne Sophie Mutter.
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