Se casó con personajes notables del siglo XX: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel.
Conoció al compositor y director de orquesta Gustav Mahler en una cena donde todo eran elogios hacia la obra del compositor bohemio de origen judío, hasta que Alma Schindler expresó su opinión, contraria a la mayoríaː "Tu música no me gusta, no tiene estructura, le falta orden".
Inicialmente ella no se mostró interesada por conocer a Mahler, debido a «los escándalos sobre él y todas las mujeres jóvenes que habían aspirado a cantar en la ópera»
En el verano de 1910 Alma Mahler fue a reposar a un balneario en Tobelbad, cerca de Graz, en Austria mientras su marido se instalaba en su residencia de verano en Toblach para componer. En este tiempo, conoció al arquitecto Walter Gropius, que años más tarde fundaría la Bauhaus y con quién inició una relación. Al enterarse su marido, le pidió que no le abandonase y además en esa época él recuperó el interés por las composiciones de Alma, pero ya era tarde.
Gustav tuvo una consulta médica (una sesión del entonces novedoso psicoanálisis) con Sigmund Freud para indagar en las causas de su estado de ánimo y plasmó su situación emocional en la obra que componía por entonces, la Sinfonía nº 10.
Alma y Gustav siguieron juntos hasta la muerte de él, en 1911 pocos meses después de estos acontecimientos.
Su vida fue llevada al cine, al menos en dos ocasiones, que nosotros sepamos.
No cabe duda que Alma fue una gran mujer, y no solo una Musa.
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