Es un hecho contrastado que Mozart sentía verdadera devoción por la música de Haendel, hasta tal punto que hizo unos arreglos del propio oratorio El Mesias en el año 1789 por encargo del Barón van Suieten
Mozart sometió la obra a una profunda reorquestación añadiendo trompas, flautas, clarinetes, fagotes, trombones y timbales. Obviamente estos instrumentos aportan un mayor colorido orquestal y un sonido más sinfónicoLa incorporación de vientos transforma algunos números y las diferencias no se quedan en la orquestación.
Entre otros cambios Mozart traspuso arias, omitió algunos coros y arias.
Veamos como suenan esos arreglos, y concretamente con algo tan conocido como el Aleluya.
En nuestro opinión, no hay ningún arreglo que pueda mejorar el original, pero nadie dudará que es una curiosidad, digna de conocer y tener en cuenta.
Incluso, como nos hace notar nuestro profesor de música, el maestro Alberto Álvarez Calero, el inicio del Requiem de Mozart se basa en una obra de Händel. Se trata del himno para el funeral de la reina Carolina de Inglaterra, "The ways of Zion do mourn"que hizo Händel en 1737.
Analicemos ese himno y comparemos con el inicio del Requiem.
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