En las personas que tienen esta predisposición genética, la ingesta de gluten activa la respuesta del sistema inmunológico, afectando la mucosa del intestino delgado.
Esta afección se manifiesta además en otros órganos con diversos síntomas corporales.
Lo lamentable es que las empresas alimenticias o más bien la administración, no muestran especial empeño en equiparar los precios de los productos sin gluten a los que si los tienen, y así, una persona celíaca, gasta en productos de alimentación a lo largo de un mes, de media, 860 Euros más que en una alimentación normal, según datos publicados por distintas Asociaciones.
Afortunadamente, al menos cada vez más son los fabricantes que hacen notar la ausencia de gluten en algunos alimentos, pero incluso a la hora de acudir a un restaurante tienen que seleccionar muy bien, puesto que casi nunca se tiene en cuenta la contaminación cruzada con otros alimentos.
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