Su vida estuvo marcada por una serie de aventuras y desafíos que lo llevaron a convertirse en una figura clave en la exploración y conquista de América.
En su juventud, se embarcó hacia el Nuevo Mundo, llegando a la isla de La Española en 1500. Tras enfrentar dificultades financieras, se dedicó al cultivo y comercio, pero pronto se involucró en expediciones y exploraciones hacia el continente.
Fue en 1513 que, tras escuchar rumores sobre un gran mar al sur, lideró una expedición que lo llevó a cruzar el istmo de Panamá y divisar, desde un cerro, el océano Pacífico, realizando así uno de los descubrimientos más significativos de la era de exploración europea en América.
Su éxito como descubridor no lo protegió de conflictos con autoridades españolas. A pesar de su habilidad para establecer alianzas con tribus nativas, enfrentó disputas con el gobernador Pedrarias Dávila, lo que condujo a su encarcelamiento y, eventualmente, a su ejecución en 1519, acusado de traición.
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