Fueron incalculables las pérdidas que sufrió el patrimonio monumental y artístico sevillano como consecuencia de las decisiones de unos políticos ansiosos de demoler, entre otros motivos para dar trabajo a los obreros parados, o en ciertos casos,para favorecer a algunas personas de su entorno, con la venta de los materiales derribados.
Fundado en 1251, se situaba frente al actual palacio de Dueñas, antiguo convento, que a instancias del capitular Sr. Casanova, fue derribado a principios de octubre de 1868.
En esos años llamados de la «piqueta» el ayuntamiento revolucionario se gastó en derribos aproximadamente 16.596.791 reales.
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