Los palios en las procesiones de Sevilla son una de las expresiones más sublimes de la belleza sacra, fusionando arte, simbolismo y devoción en un espectáculo visual impresionante que realza la figura de la Virgen María durante la Semana Santa.
Hubo hace años un Palio que se hizo famoso en Sevilla, aunque no fue la única ciudad en la que el General Franco entró a las catedrales bajo palio, por privilegio concedido por la Iglesia Católica, decisión que fue derogada en el año 1972 por la Conferencia Episcopal.
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Foto: Correo de Andalucía |
Pero actualmente, y tanto ama Sevilla a los Palios, que nuestro Ayuntamiento le ha puesto un palio al tranvía mientras hace su recorrido, similar ya un desfile por esa hermosa Avenida de la Constitución, convertida por intereses espurios en un vía intransitable para los peatones, ante la cantidad de mesas en las terrazas de los bares, carril bici, patinetes y otros artilugios.
Y tan podo interés se le presta a los viandantes, que incluso se les priva de concederles un mínimo de sombra que si se les otorga al tranvía, al que suponemos dotado de aire acondicionado.
En estas cosas pensamos al leer el artículo que hoy publica Diario de Sevilla AQUÍ
Solo falta que alguien le componga una marcha para que ya "la güasa" sea completa.
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