Tuvo lugar el 7 de octubre de 1571. La batalla es considerada un punto de inflexión en la historia del Mediterráneo e incluso de Europa occidental.
La Europa cristiana del siglo XVI se encontraba bajo la amenaza constante del Imperio otomano, cuya expansión implacable amenazaba las rutas comerciales por el Mediterráneo, la seguridad y la estabilidad. La Liga Santa, una coalición de estados católicos (España, Venecia, la Santa Sede, Génova, el ducado de Saboya y la Orden de Malta) , se unieron para detener la expansión otomana en una única batalla naval.
Las flotas enfrentadas eran colosales: más de 400 galeras y casi 200,000 hombres.
Se frenó el avance otomano en el Mediterráneo oriental. Los corsarios aliados de los otomanos abandonaron sus incursiones en el Mediterráneo occidental. Lepanto marcó el último gran enfrentamiento entre naves de remo en el mundo occidental. Pero también dejó cicatrices: miles de vidas perdidas, imperios reconfigurados y una Europa que nunca volvería a ser la misma.
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