Somos muy afortunados todos cuantos ayer tuvimos ocasión de estar presentes en un Gran Concierto, que pone fin a las actividades musicales que nos ha estado regalando a lo largo de la temporada el Real Círculo de Labradores, verdadero remanso de Paz y Belleza en pleno centro de Sevilla.
Ignacio Trujillo, en el centro, Delegado de Cultura del Labradores y Presidente de la ASAO |
Nadie como el crítico Andrés Moreno Mengíbar para poner toda su sabiduría en analizar este espectáculo que nos fue ofrecido por la Accademia de Belcanto Rodolfo Celetti, con sede en Martina Franca, como respuesta de agradecimiento a las atenciones recibidas tanto por el Labradores como la ASAO en la reciente selección de sus alumnos becados.
No obstante, dentro de la excelente crítica, que podemos LEEER ÍNTEGRA AQUÍ, queremos entresacar algunos párrafos, puesto que nada podemos añadir por nuestra parte a lo expresado por tan excelente profesional,
Lamentando que Rocío Faus sufriera una indisposición de última hora que, no obstante, nos permitió disfrutar de Leonor Bonilla, quien tras su paso vencedor hace años por el Certamen de la ASAO, dio el salto internacional a través de la citada Accademia de Martina Franca.
La soprano sevillana interpretó una bellísima aria de la Francesca da Rimini de Mercadante, la ópera con la que se presentó en aquellas representaciones de la ciudad de la Puglia. En plenitud de recursos técnicos y con una madurez expresiva cada vez más asombrosa, Bonilla desplegó un legato y una linea cantabile de la mejor ley en la cavatina, cantando con una seductora morbidez y a flor de labios, para luego, en la cabaletta, desarrollar un canto florido plenamente en estilo belcantista, con saltos al agudo directos y precisos, sobreagudos rutilantes y un fraseo siempre atento a la dramaticidad del texto y el momento.
Carmine Giordano, una voz de impacto por la pureza de su sonido, la firmeza de su emisión y su capacidad para ser modulada y regulada en la senda de los mejores bajos bufos de la tradición decimonónica. En su aria del Barbero de Paisiello y en la de Don Magnifico de Rossini supo fajarse con brillantez con el canto sillabato. Gran actor, como se vio con su aria del Capello di paglia de Firenze de Nino Rota.
Bravisisma Gromoglasova como acompañante y aún más como solista en preludios de Nino Rota y en la fantasía sobre Il Giuramento de Giuseppe Lillo.
Nota: Las fotos han sido tomadas por nuestro compañero Pascual Muñoz
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