En una veintena de catedrales españolas existen copias del Requiem de Mozart, y concretamente en la de Pamplona hace años que se descubrió una carpeta con una copia manuscrita en cuyo vetusto envoltorio de cartón piedra aparece esta enigmática inscripción: Sepultus in Leipzic, son 15 papeles.
El manuscrito se descubrió en perfecto estado de conservación y sin señales aparentes de haber sido utilizado nunca y se trata de un Requiem más lúgubre y menos brillante que los que acostumbramos escuchar, así por ejemplo se sustituyen las trompetas por trompas o clarinetes, los trombones por fagotes o vibratos de contrabajos. Nunca hemos de olvidar que Mozart no compuso su Requiem para conciertos sino para formar parte de una misa de difuntos.
Esta partitura fue interpretada en la Catedral de Pamplona el 2 de Noviembre de 2019, fecha en que la iglesia latina de Roma destina al recuerdo de los fieles difuntos y dotando al acto del entorno adecuado como los ornamentos locales de terciopelo negro más o menos de la época de Mozart, se usa el triangular lucernario barroco lux aeterna con sus 15 velas de color (de los que ya apenas nadie sabe su significado), todo el protocolo del incienso, campanas de difuntos y dentro de la liturgia del día, tanto ésta como la música misma adquieren un significado especial: es religión, cultura, arte e historia.
Para poder entender y seguir perfectamente esta interpretación, con algunas variantes incluso en el orden de sus distintos movimientos, sugerimos la lectura de una extensa nota de la Capilla de Música de la propia Catedral de Pamplona PULSANDO AQUÍ
Preparémonos a escuchar esta magna composición de una forma distinta a la que todos estamos habituados.
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