El 8 de noviembre de 1599 fallece en Sevilla, su ciudad natal, Francisco Guerrero de Burgos, sacerdote católico español y maestro de capilla que junto a Tomás Luis de Victoria y Cristóbal de Morales es uno de los grandes nombres de la música sacra del Renacimiento y uno de los mayores compositores hispanos de todos los tiempos, cuyas obras se difundieron y apreciaron no solo en Europa sino también en los territorios de la Corona Española de la época, especialmente las grandes catedrales americanas como la de Puebla o Cuzco.
Destaca por la variedad de emociones que fue capaz de poner en su música, desde el recogimiento místico a la exaltación, desde la mayor alegría a la desesperación.
Como sus contemporáneos españoles, prefería las texturas homofónicas, con una voz dominante y las otras subordinadas a ella. Anticipó la armonía funcional, lo que dio lugar a que uno de sus Magnificat, cuya partitura anónima fue encontrada en Lima, fuera considerada mucho tiempo una obra del siglo XVIII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario