Y LLEGAMOS A BRAHMS.
El problema al llegar al Siglo XIX, ya casi en sus finales puesto que Johannes Brahms murió casi con el siglo, concretamente el año 1897, será determinar y tomar la decisión del momento de terminar con el sucesor de Beethoven y quien con tan solo las cuatro sinfonías que escribió ya merece estar en el podio de los grandes compositores de la historia.
Pero por el momento no pensemos en el fin sino en el principio, y lo haremos con el piano, puesto que él además fue un gran pianista, y más concretamente con su Concierto para piano nº 2, en opinión de los intérpretes, una de las obras de mayor dificultad técnica, y que aquí lo interpreta Barenboim dirigido por Delibidache.
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