Lola es catedrática de la Didáctica de la Lengua y Literatura de la Universidad de Sevilla, y comparte su amor con la propia Sevilla, junto con el Veneto la Toscana, con los Dolomitas y en definitiva con toda Italia, y especialmente con Aracena, entorno con el que nunca rompió sus fuertes raices y que, tras su jubilación, ha sido su fuente principal para captar y narrar como solo ella sabe hacer la belleza de sus bosques, del Agua, ese agua que para ella es fuente de vida pero también de inspiración, así como esos lugares donde duerme el Agua.
Nunca más merecida una distinción para quien es su mayor embajadora y felicitamos al Ayuntamiento por ese acierto.
Pero, junto al vídeo oficial de la concesión, seguro que a Lola le encantará también escuchar una pequeña banda sonora, pensando en esas lunas italianas que tanto ha admirado.
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