«Una característica común a buena parte de la verdadera poesía es la de transparentar un destino, la de hacernos participar como lectores en el destino de un hombre y, a través de él, en el destino de todos los hombres. Entiendo aquí destino no como fatum, sino como un conjunto de tensiones biográficas que al ser sentidas, reconocidas y expresadas de manera coherente por el poeta otorgan a la obra una dimensión dramática. En esa dimensión dramática, que no es caprichosa ni artificial, podemos reconocernos».
Sugerimos la lectura del artículo firmado por Enrique García Maiquez que publica la revista Centinela EN ESTE ENLACE, y donde también dice cosas como ésta:
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