HABLEMOS DE LUCIANO MIOTTO, CON GRATITUD Y ADMIRACIÓN.

La Décima en Sevilla de Ópera,  cuando las circunstancia y la Parca no nos había arrebatado tantos queridos compañeros. 

Todos los miembros de La Décima tenemos una deuda de gratitud con Luciano Miotto, así como con Paco Oliva y por ende con Sevilla de Ópera, aquel gran proyecto que las instituciones dejaron morir en una ciudad que presumimos de ser la ciudad de la Ópera por excelencia, al igual que presumimos de nuestro compositor Joaquín Turina, pero que lo cierto y lamentable es que ya no existe ni Sevilla de Ópera ni el Festival Turina. ¡Ay, esos políticos pendiente solo de los votos!.

Y hablamos de Luciano, por los grandes momentos que nos hizo vivir hace años, y no solo por arreglarle el peinado a nuestra compañera María Rosa, ni tampoco, y es mucho, por hacernos más llevadero a todos aquel confinamiento que él nos alegraba desde su azotea en la calle Arjona y retransmitido en directo que hizo conocerlo a todos como el Cantor de la Calle Arjona

Hace unos pocos años, ambos, Luciano y Paco, pusieron en marcha un proyecto gastronómico-musical, mas modesto por supuesto que aquel Sevilla de Ópera, en Tomares, Avenida del Olivar 18, con el nombre tan apropiado de Cervecería Rossini y que en poco tiempo se ha convertido en un local de referencia donde se disfruta de música, especialmente en directo, con Vocal Jam, y donde la lírica se mezcla con el Flamenco, el Blues, la Copla, el Jazz y el Tango, por mencionar solo algunos de sus aspectos y allí es posible escuchar en directo a nuestro amigo Luciano.

Pero Luciano Miotto, también continúa su carrera musical como excelente barítono,  con actuaciones en España y otros países europeos e hispanoamericanos, y así recientemente se le ha podido escuchar en el Requiem de Mozart en Sevilla, o la última de sus actuaciones, nada menos que ayer mismo, en el Auditorio Nacional con el estremecedor Te Deum de Bruckner. 

Nos alegramos de todos los éxitos musicales de Luciano, así como en su faceta de empresario junto a su eterno amigo Paco Oliva, a quien por cierto saludamos el pasado miércoles en la final del Certamen de la  ASAO, y cuya imagen lleva durante toda esta temporada llenando la fachada y Sala de Prensa del Teatro de la Maestranza.