El día 7 de Junio se nos ofrece un verdadero Plato Fuerte, dentro de todas las representaciones teatrales de nuestros compañeros del Grupo Ágora, o con otras agrupaciones.
Son varias las veces en que esta gran producción ha sido ofrecida tanto en Sevilla como en otros lugares de España, y quisiéramos rescatar alguno de nuestros comentarios, a modo de ejemplo de lo que espera a quienes puedan ir a esta nueva representación, que nadie debería perderse.
Argumento:
La veterana actriz Carmen Troncoso gana el Premio Nacional de Teatro a Mejor Actriz. Al recogerlo algo pasa. Las palabras que salen de su boca no son coherentes. El público no entiende nada… porque nadie sabe que sufre alzhéimer, en fase inicial. El choque emocional de la situación hace que se aturda y sea incapaz de expresarse. Antonio Columé, prestigioso neurólogo, le propone al hijo de Carmen incluirla en un tratamiento en fase experimental: recuperar su memoria, sus recuerdos a través de la memoria sensorial y la emocional del personaje que más veces representó, la Madre de “Bodas de sangre”. El texto y la música de la obra la harán “despertar” de forma transitoria del trastorno que sufre. Y así, todos los actores que componían aquel elenco se adentraron en esa maravillosa aventura: rescatar a Carmen con Aquella “Bodas de sangre”.
Tras la representación, con nuestro ánimo absolutamente encogido al encontrarnos con el bullicio de la calle, sin ese tiempo de adaptación para bajar a la realidad. La última imagen de Carmen, acompañada por el Lacrimosa del Requiem de Mozart, se merecería un buen escultor que la plasmara para el futuro. ¡Cuanto dolor fue capaz de expresar por la muerte de su hijo!, .
El anuncio de la obra fue capaz de llenar el auditorio de un público que ya conoce de las excelencias de nuestros compañeros, haciéndose patente también un gran trabajo de guión y dirección de Manuela Luna con gran acierto en la elección de la música, comenzando por García Lorca con la música y voz inconfundible de Leonard Cohen que nos anunciaba que algo grande iba a suceder, finalizando con Mozart.
La excepcional voz de nuestra amiga Pepa Bulnes, con una Alboreá de antología.
En una obra coral como la que se nos ofreció, es difícil destacar a nadie, más allá de la interpretación estelar de Carmen Aguilar.
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