HAY QUE APOYAR LA MÚSICA.
Con este Aviso a Navegantes, lanzado por Virginia Martinez, con los oídos suponemos que bien atentos por parte de los responsables del Consistorio y de la Oposición, también presentes, terminó el brillante Concierto de ayer en el
Auditorio Infanta Elena de Águilas, pero antes pasaron muchas cosas.
Mientras que en la Bahía, los botes se preparaban para la Regata del Día de la Virgen, nosotros lo hacíamos para asistir a lo que resultó un verdadero acontecimiento en la reciente Historia Musical de Águilas.
Como preámbulo, se hizo un repaso al camino recorrido por ProMúsica Águilas en sus 10 años de historia, agradeciendo a todos quienes le han apoyado desde el comienzo hasta el presente, decepcionando a los agoreros que presagiaban un futuro de fracaso no solo para ellos sino para el propio Auditorio, así como el tesón mostrado hasta que por parte del gran público se asumió que la Música de Tradición Culta, es eso: Cultura para todos, y no exclusivo de unas minorías elitistas, algo que ya queda más que patente observando como se llena el Auditorio concierto tras concierto, y que no consiguen ciudades de postín, no solo de la Región sino de toda España, cerrando con un fuerte aplauso para todos los abonados y público que han hecho posible y ayudado a este Milagro. Pero pasemos al Concierto en sí.Es algo incontestable por evidente que Águilas vive un verdadero romance con la OSRM y con su directora Virginia Martinez quienes han encontrado allí un verdadero nicho de Cariño y Admiración, que no han conseguido de forma gratuita, sino ganado con su profesionalidad y maestría puestas en cada actuación, con una entrega total que encuentra un inmediato reflejo en un público ansioso de escucharlos y corresponder con
esos aplausos que no salen de las palmas sino del CORAZÓN.
Viendo en detalle los gestos de los músicos se puede observar que Virginia ha conseguido lo que pretenden todos los directores, y que pocos consiguen, transmitir su personalidad y apoderarse de las notas que salen de sus instrumentos para fundirlas, moldearlas y convertirlas en sentimientos, antes de proyectarlas a un público como el de ayer, en una mezcla de éxtasis y asombro.
Junto a ellos, y con el acierto de Virginia, de ubicarlo en la parte superior de Platea, y no entre bambalinas, como dejó indicado el compositor, un magnífico coro femenino dirigido por
Balbina Serna nos bajó de la Galaxia para acompañarnos junto a Neptuno, el Mistico, a lo que debería haber sido un magnífico final de la Suite, un silencio abrumador,
si bien se nos ofreció un Plutón a quien Holst ignoró y que fue compuesto ya en el año 2000 y del que solo la belleza de la composición nos hizo olvidar los deseos de Gustav Holst.Una vez más, expresamos nuestra admiración hacia un publico como el de Águilas, sus instituciones, y de forma muy especial a esos Locos que creyeron en el milagro que ya se consolida con diez años recién cumplidos.
No queremos olvidarnos de los miembros de la Orquesta Joven, que completaron la formación, ni por supuesto de la admiración a una familia como Juan Carlos, Roberto y Laura que componen ProMúsica Águilas, una Asociación sin ánimo de lucro, salvo el de recibir el pago inmaterial del reconocimiento de miles de personas.
Al término, una exhausta Virgina, todavía tuvo la amabilidad de recibirnos y compartir con nosotros algunas impresiones sobre el Concierto y sobre otras cuestiones Musicales.SE PUEDE ACCEDER A UNA COLECCIÓN DE FOTOS EN ESTE ENLACE