En 1950 se dio a conocer en Inglaterra y el 1953 en los Estados Unidos, despertando, a través de reiteradas actuaciones en ambos países, la admiración de aquellos públicos.
Cuando se dirigía a los Estados Unidos para ponerse al frente de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, el avión italiano en el que viajaba, a los pocos momentos de haber despegado del aeródromo parisino de Orly, sufrió un accidente en el que, entre otras treinta y tres víctimas, perdió la vida el que, en plena carrera de éxitos, tenía por delante un brillante desarrollo en el arte musical.
Tras 40 años de ausencia, el próximo mes de Septiembre vuelve a celebrarse el Premio Guido Cantelli de Dirección de Orquesta, reservado para jóvenes entre 18 y 35 años y que a lo largo de su historia ha lanzado a directores como Ricardo Mutti o Adam Ficher.
¿Que nos llama la atención primordialmente de este Premio?
Pues que entre los 18 candidatos hay una amiga aguileña, Isabel Rubio a la que por supuesto, deseamos todo tipo de éxitos.En la entrevista realizada por la organización, Isabel nos cuenta que su partitura favorita es Scherezade, que su director de referencia es Leonard Bernstein, así como de sus inicios musicales y la oportunidad y el esfuerzo que tuvo que realizar en un fin de semana para sustituir a la gran directora Alondra de la Parra, al anular un concierto con la Orquesta de Valencia, con partituras de Stravinski, y Ravel, su amor al Mediterraneo y muchas más cosas.
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