Hoy, a las 14:44 hora peninsular, comienza el Otoño, y será recibido por los planetas Venus y Saturno, tras la puesta de sol, y Marte y Júpiter, al amanecer.
Toda una conjunción planetaria para buenos augurios de un Feliz Otoño, estación que nos traerá el recogimiento y momentos de añoranzas, que muchos asociamos con él.
Logicamente, la Música siempre le ha dedicado hermosas partituras, y y si bien para todos la mayor simbología la encontramos en Vivaldi y Astor Piazolla, considerando que en su pais, Argentina, allí lo que comienza es la Primavera, es un magnífico momento para recrearnos con algunas de esas composiciones.
En Vivaldi, el otoño es un concierto lleno de alegría porque nos habla de la época de la cosecha, y cuando se siembra buena semilla se obtienen buenos frutos y esto es motivo de gran felicidad. De pronto se interrumpe toda la alegría y cambia el ritmo de la música y se oye una quieta melodía. En las fiestas siempre hay alguien que come y bebe demasiado y luego busca un rinconcito donde dormir una siesta tranquilamente.
En el Otoño las hojas de los árboles se van secando poco a poco y cuando ya están muy secas, impulsadas por la caricia del viento, se desprenden y caen para formar una alfombra crujiente al ser pisada. El clavecín interpreta una melodía que nos hace imaginar la caída caprichosa de las hojas secas.
En el tercer movimiento una alegre y juguetona melodía nos habla de los cazadores que reunidos al amanecer entre risas y bromas se disponen a iniciar la gran cacería. El violín solista acompañado del primer cello de la orquesta imitan el sonido del cuerno de caza y así se suceden una serie de diálogos entre el violinista y la orquesta que describen la aventura de encontrar, perseguir y alcanzar una presa.
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