Como poeta escribió la letra de un gran número de canciones que se han convertido en clásicas, y como intérprete participó en muchos discos.
Vinicius de Morães supo conjugar de manera pionera la música brasileña con el jazz.
Entre sus letras de obras más conocidas cabe citar "Garota de Ipanema" (La chica de Ipanema), "La samba de una nota", "Tarde em Itapoã", "Carta ao Tom 74" y "Chega de Saudade"
Para quien redacta esta nota, el nombre de Vinicius va inexorablemente unido al de la Fusa, un pequeño café, refugio de artistas en Mar de Plata, Buenos Aires, donde se unieron, el propio Vinicius, Toquinho, Maria Creuza, María Bethania y algunos más en un disco doble que es obligado en la discoteca de cualquier aficionado a la Bossa.
La imagen de Vinicius va unida a una mesa de camilla, un vaso de whisky, y una cubitera.
Por La Fusa pasaron a lo largo de los años, muchos artistas, y de entre ellos Les Luthiers, que evocaron con su habitual humor una de las actuaciones, años atrás de Vinicius.
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