Si bien existe el sentir general de que la música de Fado es triste, lo cierto es que ni es triste ni alegra. Es profundo y todas las emociones están dentro de él.
Acabamos de saber que el día 27 ha fallecido Misia, la más rebelde de las Fadistas, a los 69 años de edad, a causa de complicaciones de un cáncer que arrastraba hace años.
Misia mezclaba el fado con el flamenco y la Bossa lo que irritaba a los defensores del "fado puro", si bien ella ahondaba también en las raíces de esa música, cuando cantaba, por ejemplo, a Pessoa y Saramago entre otros.
Su debut como fadista fue con un album publicado en 1991 y que fue un soplo de aire fresco para la música portuguesa, pero también una condena para Mísia, despreciada por los "Integristas del Fado".
Y , dentro de lo que hablamos, proponemos escucharla en la adaptación al Fado de la eterna Canción de los Viejos Amantes, de Jacques Brel, y versionando a la propia Violeta Parra, como homenaje del Fado al Tango, que hace falta tener valor para ello.
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