El 7 de Mayo de 1824, en el Teatro de la Puerta Carintia de Viena y con la dotación de músicos más grande de toda su trayectoria, unos 150, se estaba produciendo uno de los acontecimientos más bellos y emotivos para la Humanidad.
Allí, Beethoven, que llevaba trabajando en ella más de 30 años, la mayor parte de ellos adaptando musicalmente la Oda a la Alegría, poema del filósofo alemán Friedrich Schiller en lo que sería la gran novedad de incluir la voz humana en una sinfonía.
Es misión imposible decidir cual ha sido la mejor interpretación en la historia de esta Sinfonía, de las que nos haya quedado grabación.
Los puristas, entre los que nos encontramos aunque no lo seamos, nos hablarán de la de Furtwangler del año 1953, si bien el sonido no es el que actualmente exigimos de una grabación, y lógicamente debemos pensar en interpretaciones tan distintas como la de Karajan y Bernstein, pasando por Klemperer, Kleiber, Solti etc.
¿Cual elegiremos nosotros para escucharla esta noche en formato vídeo?. Difícil elección de una sinfonía que nos acompaña, de forma íntegra, en cualquier largo viaje por carretera, en formato CD, así que para quienes gustan al mismo tiempo del gran espectáculo, nos permitimos sugerir el del Royal Albert Hall con Barenboim dirigiendo a su Orquesta del Diván, en los Proms del año 2012.
Y, si bien, todos sabemos que fue Caroline Unger, la contralto vienesa que el propio compositor había elegido como una de las voces principales para esa noche, quien le dio la vuelta a un totalmente sordo Beethoven, para que viera lo que había desencadenado: pañuelos en el aire, manos y sombreros levantados, todas las formas posibles de la reverencia ante lo que acababan de descubrir, nosotros intentaremos visualizar aquel momento, tal como fue adaptado al cine con la bella Diane Kruger como copista de la partitura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario