Nacido en Hamburgo en una familia luterana, pasó gran parte de su vida profesional en Viena.
Y hoy, en que también estamos conmemorando el estreno de la Novena de Beethoven, pensamos en todo lo que debió superar Brahms, siendo un gigante entre los compositores, para considerarse digno sucesor, según la opinión de Schumann, de quien era su ídolo, de forma que él mismo dijo en alguna ocasión:
Brahms, "solo" escribió cuatro sinfonías, y estamos plenamente seguros que tuvo que ser el mismo Dios quien guiara su pluma, pues no de otra forma puede entenderse tal belleza y extraemos algunos párrafos de unos profundos sentimientos del compositor.
me giro en primer lugar directamente hacia mi Creador y le hago estas tres preguntas, que son tan importantes para nuestra vida en este mundo: ¿de dónde?, ¿por qué?, ¿hacia dónde?
mi decisión referente a lo que quiero, es decir, de ser inspirado para componer algo que estimule y anime a la humanidad, algo que tenga un valor perdurable.
A continuación fluyen las ideas directamente de Dios».
Y decimos nosotros: ¿Acaso hay quien pueda ignorar la mano del Creador en estas notas?
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