En el libro Nietzsche y la Música (Blas Matamoro en Forcola), se analiza en profundidad la relación de Nietzsche con la Música de la que llegó a decir: "Sin Música, la vida sería un error".
Fórcola se caracteriza por ser una editorial con un catálogo muy escogido pero de una gran calidad y esta obra encaja perfectamente en su línea editorial, y donde se define al poeta como “un músico que no pudo ser, un poeta que apenas fue, un filólogo excomulgado y un escritor indispensable”.
Se defendía frente al piano, sabía improvisar y ya desde estudiante hizo sus pinitos como compositor: escribió 14 canciones, un himno a la amistad por aquí, una pieza sacra por allá. Nada realmente reseñable. Tampoco se puede decir que fuera historiador o crítico musical, pero sí un hombre atrapado en las redes de la música durante toda su vida.
Tenía su punto de vista sobre casi todos los grandes compositores: unos salían mejor parados, como Bach, Haendel, Rossini, Haydn, Mozart, Schubert o Chopin, al que consideraba un músico realmente único e inimitable por ser el último en percibir y adorar la belleza; a otros los valoraba con mayor severidad, caso de Brahms, Schumann o Mendelssohn, si bien y aunque abominaba de la ópera, resulta que admiraba a Wagner y Bizet, lo que no deja de ser un contrasentido.
Recomendamos la lectura del citado libro para adentrarse en la relación de Nietzsche con la Música y esto nos hace recordar una muy interesante conferencia impartida por Javier "Fórcola", quien vino a nuestra Universidad, Facultad del Aula de la Experiencia, de la mano de nuestra profesora y Amiga Lola Gonzalez para hablarnos de su pasión por los libros y sus pensamientos sobre el mundo digital, que en aquellos tiempos todavía era futuro.
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