Seguro que todos tenemos información, y algunos incluso lo habrán podido ya disfrutar, de la nueva Plaza de España en Madrid que permite, en una mutación urbana sin precedentes, unir ocho enclaves históricos, entre los que se encuentran el Templo de Debod.
Eso nos trae a la memoria cuanto vivimos en los años 60 el traslado e instalación de ese templo a Madrid, procedente del rescate con motivo de la construcción de la presa de Assuan y haya que volver a repasar esa historia de verdaderos Titanes.
Los templos de Ramsés II y Cleopatra casi se pierden para siempre en las crecidas del Nilo. La UNESCO, en una operación de rescate sin precedentes en la que participaron más de 50 naciones, los trasladó a fines de la década de 1960. Los viajeros que regresaban del sur de Egipto hablaban de la existencia de templos situados entre el desierto de Nubia y el río Nilo. Los majestuosos colosos de piedra que se erigían de las arenas del desierto guardaron su secreto a salvo de las generaciones posteriores.
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