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sábado, 5 de diciembre de 2020

OTRO ÉXITO DE BERNA PERLES.....Y OTRAS COSAS.

Foto: Teatro de la Zarzuela
¿Se puede vivir sin conciertos, sin cultura en vivo? Quizá sea posible, pero ¿Es así como queremos vivir? ¿Podemos permitírnoslo como sociedad y como individuos? ¿Sin todos los valores que la cultura conlleva? Desde luego que no.


El pasado jueves, Berna Perles junto al piano de Rubén Fernandez ofrecieron un recital un tanto atípico en el Teatro de la Zarzuela, atípico por el ambiente íntimo en el Ambigú del Teatro de la Zarzuela, atípico por el repertorio, donde no había grandes arias de ópera ni de Zarzuela acorde con el lugar, sino que fue Joaquín Turina el invitado y personaje de la velada.

Pero hay algo que nunca falta cuando está Berna Perles, y es el éxito que la acompaña siempre y para ello leamos algunas de las las palabras que le dedica Platea Magazine

Berna Perles. La soprano fue un dechado de virtudes ante una música, la de Turina, siempre intensa, de verdadera complejidad en algunas páginas y demandando un tercio superior muy exigente. A todo ello puso arte y sensibilidad la malagueña, con un timbre suntuoso, ancho, de generoso centro y canto entregado, sensible a las dinámicas, regalando páginas que detuvieron el tiempo

Pero en la reseña también podemos leer otras cosas de interés como:

Debido a las medidas sanitarias necesarias para intentar frenar el avance del coronavirus, a la cita de anoche sólo pudieron acudir como público 30 personas....... A pocos metros del Teatro de la Zarzuela, la incongruencia y la falta de altura del Congreso de los Diputados; hacia el otro lado y a la misma distancia, la Gran Vía de Madrid, atestada de indiferencia y falta de solidaridad cívica. 

Y en la calle Jovellanos, un pequeño milagro, propiciado por la cultura, elevado por la música y el arte que, quiero pensar, afianza a los asistentes en el camino de la serenidad y la esperanza. La cultura nos abre ventanas, nos libera y nos conduce a la reflexión, tan paciente como estoica. Estoy convencido de ello. A menudo, últimamente, surge en mis conversaciones: ¿se puede vivir sin conciertos, sin cultura en vivo? Quizá sea posible, pero ¿Es así como queremos vivir? ¿Podemos permitírnoslo como sociedad y como individuos? ¿Sin todos los valores que la cultura conlleva? Desde luego que no.

Sugerimos y recomendamos la lectura de la reseña AQUÍ 

Que pena no tener documentos sonoros de esa gran actuación. 

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