CONCIERTO CLAUSURA

Con muy buen criterio a nuestro modo de ver, el CICUS ha abandonado la rutina de los pasados años, en los que la clausura ha estado dedicada a la música de bandas sonoras de cine, y que salvo el primer año de Fernando Velazquez, el resto, y debido al gran interés en que fuese dirigida por los propios compositores. se cayó en bandas muy poco conocidas, siendo ese el principal atractivo cuando escuchamos música de cine, que en el caso del último curso se hizo absolutamente patente y desencantador.

Para salir de esa rutina, se ha vuelto a la música de óperas, cantada o solo musical, para lo que se contó con el Coro de Ópera de Málaga, y la mezzo soprano Marina Pinchuk, de quien hay que alabar especialmente su valentía de interpretar pasajes de Carmen, incluido su Habanera nada menos que en la presencia de quien mejor lo ha cantado a lo largo de los años, que ha sido Teresa Berganza.

El concierto sirvió para homenajear a nuestra Mezzo Soprano más universal, y quien la noche anterior nos había deleitado con sus vivencias personales en una Conversación con Ramón Mª Serrera, que quedará fijada en nuestros recuerdos.

Y hablando de homenaje, como universitarios que somos, nos sentimos absolutamente decepcionados con el protocolo, al no hacer subir a Berganza al escenario a recoger ese más que justificado homenaje y que fuese vista por todo el público, ya que su ubicación no permitió verla a los ocupantes de los asientos de Patio de Butacas.

En estas dos fotos podemos apreciar como Berganza era "invisible" para gran parte del publico, aunque suponemos hicieron un Acto de Fe y asumieron que estaba siendo homenajeada

Y hablando de protocolo, es evidente que ultimamente no hay suerte con Berganza y Sevilla.

Serrera habló en su Conversación, que la última vez que nuestra Mezzo estuvo actuando en Sevilla lo hizo en la sala Manuel García en un recital que estuvimos y que fue presidido, no recordamos el motivo, por los políticos de turno, que solo se les ve cuando hay una importante foto para la prensa.
También habló Serrera de la gran importancia que Berganza presta a los bises tras el concierto programado, que es cuando realmente se vuelca.
Pues bien, nada más terminar el programa  y salir a recibir los saludos del público enfundada en un mantón de Manila, el alcalde de turno y toda su corte, se levantaron y marcharon, lo que motivo la terminación del recital y suponemos que la contrariedad de la propia Teresa y desde luego del resto del público que habíamos ido a escucharla y no a robarle una foto.
Es una imagen negativa hacia el alcalde en cuestión,  que siempre tendremos en nuestro recuerdo.