Algunos de nuestros compañeros, como Pascual y María Rosa, desplazados en la pasada semana a Murcia, nos cuentan como se han ido aplazando los desfiles carnavaleros, para tristeza de los componentes de las distintas peñas, que han invertido mucho tiempo y dinero para llevar la alegría a los visitantes, aunque ellos hayan estado allí para otra cosa, si bien también relacionado con la lírica, y concretamente para un recital de Inés Ananda en Cartagena.
Eso nos ha hecho pensar en estos días, en la Zarzuela El año pasado por Agua que nos muestra a Madrid inundada, con los leones del Congreso de Diputados flotando sobre las aguas y corriendo de un lado a otro lanchas salvadoras. El Año 1889 hace su presentación, siendo acogido con alegría, y recibe las quejas de un Labrador. Hace su aparición subido en un carro tirado por dos magníficos caballos en dios Neptuno, que tiene su domicilio "en el Prado, cerca del museo de Pinturas", y es responsable de las inundaciones.
Además, es la excusa perfecta para escuchar dos de sus números más populares: El Pasacalle y la Mazurca de los Paraguas.
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