Si bien en nuestra anterior publicación, con motivo de la efemérides del nacimiento de Antonio Salieri, hemos dejado patente que la supuesta realidad del enfrentamiento entre Salieri y Mozart fue una pura invención, queremos insistir aún más sobre este asunto, ya que todavía hay quien de verdad piensa que ese odio existía y que incluso Salieri envenenó a Mozart, y hay que desmontar ese error totalmente difamatorio: Difama que algo queda, que si bien no fue inventado por Milos Forman, sí tiene responsabilidad a nuestra forma de ver, por haberse basado en una obra teatral de Alexandr Pusckin del año 1830 y posteriormente amplificada por otros autores, si bien siempre como una fábula y alegoría, si el propio Milos bajó incluso el tono de fabulación.
Hay mucha literatura al respecto que desmonta esa enorme falacia, pero hemos seleccionado el artículo de Música Clásica publicado por la Vanguardia en el año 2000. QUE SE PUEDE LEER AQUÍ y que contiene argumentos como éstos:
Los desvaríos de dos moribundos y la indudable atracción de las leyendas truculentas han atribuido a estos músicos una enemistad que no fue tal
Salieri es considerado un referente del Clasicismo musical vienés, influyó profundamente en románticos tempranos del calibre de Beethoven, Schubert y Liszt Antonio
Salieri: jamás cobró a un alumno en apuros. Enseñó gratis a casi todos. Se trataba de una persona devota y, en general, generosa y bondadosa. Lo decía la propia familia Mozart todavía en el siglo XIX.
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