Todavía faltaban unas horas para que la Luna alcanzara su plenilunio pero la aparición de Carmen Solís en el incomparable escenario que ProMúsica Águilas habilita año tras año para ofrecernos sus ya famosos Conciertos de la Luna Llena, que atraen visitantes de todos los lugares de España y ya de Europa, hizo que esa Luna adelantara su máximo esplendor.
Pero vayamos por orden.
La llegada de Carmen al escenario le provocó unos minutos de vértigo, ante la grandeza de su ubicación, que superó tan pronto comenzó con las pruebas de Voz en ese complicado espacio sonoro y Rubén acarició las teclas del Steinway, que por cierto provocó ciertos murmullos de extrañeza y admiración que escuchamos, entre quienes no asumen que ese tesoro de instrumento llegue volando, enganchado a un helicoptero.
La seducción de Carmen Solís se hizo patente con las canciones de Verdi que ha recopilado en un CD de auténtico lujo, junto al propio Ruben Fernandez Aguirre. de las que extrajo cuatro de ellas, para acto seguido cambiar a Verdi, con una auténtica prueba de fuego como es el aria Pace Pace mio Dio, de una fuerza dramática que ella interpretó, tanto de cantante como de actriz, en una auténtica metamorfosis, dejándonos sin resuello, que pudimos superar con un descanso y esas copas de Cava que nos obsequia ProMúsica Águilas.
Comenzó la segunda parte con canciones de Lorca, musicalizadas por Miguel Ortega y Antón García Abril,(Q.E.P.D.) amigo personal de Carmen y en especial de Rubén para pasar a la Zarzuela y a La Tempranica recordando uno de sus primeros premios de este género, hace años, en la Comunidad Murciana, para terminar con un público absolutamente entregado con la música de Lecuona y su famosa María de la O.
Y cuando ya todo parecía imposible de superar, tuvo arrestos para enfrentarse y ofrecernos como propina un Visi d'Arte realmente antológico, que ahora analizando el recital nos hace pensar: ¿Carmen la mejor Pucciniana?. Seguro, y ¿Quizás también la mejor Verdiana? y para corroborarlo ahí quedaron no solo las canciones de La Seduzione, sino la Forza del Destino.
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