Posee relevancia internacional por sus conciertos multitudinarios celebrados al aire libre.
Con casi 28 años compuso y grabó, en su pequeño comedor convertido en estudio, mediante una grabadora de 8 pistas y arcaicos instrumentos la obra en 6 secciones llamada Oxygene (1976).
Jarre no imaginó el éxito que obtendría con Oxygene, así como tampoco con Equinoxe (1978) un álbum muy especial que lo consagró en la escena musical mundial.
Y ya que hablamos de Jean Michel y la música electrónica, queremos hacerlo también de su padre: Maurice Jarre, compositor de una música bien distinta y que, a través de sus bandas sonoras, lo hacen reconocible y admirado para otra generación de amantes de la música y del cine.
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