Algunas de las mentes más brillantes que han iluminado al mundo de parte de la Iglesia lo han hecho en el terreno de la apologética.
Sin ir más lejos, cabe pensar en aquella espléndida sucesión de escritores británicos, muchos de ellos conversos, que fueron pasándose la antorcha de la fe desde los albores de la Inglaterra victoriana hasta el segundo tercio del siglo XX. Hablamos naturalmente de los Newman, Chesterton, Tolkien y Lewis, por citar sólo a algunos.
Pero, si se analiza con cuidado, ¿acaso no puede incluirse en esa nómina de apologetas a Santo Tomás de Aquino?
A estas alturas, sin duda más de un lector habrá arqueado la ceja y rechace la idea de incluir a los autores británicos arriba citados en compañía del Doctor Angélico, gigante del pensamiento.
Este planteamiento tan interesante es el comienzo de un brillante artículo que firma Jaime Cervera en la revista Centinela del pasado 29 de noviembre Y QUE SE PUEDE LEER AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario