Su maestro Friedrich Wieck le había asegurado que podría convertirse en el mejor pianista de Europa, pero una lesión en la mano terminó este sueño y centró sus energías musicales en la composición.
Se casó con la hija de Wieck, Clara, después de una larga y dura batalla legal con el padre. Comenzó una asociación musical para toda la vida, ya que Clara era una pianista y prodigio musical consolidada.
Clara y Robert también mantuvieron una estrecha relación con el compositor alemán Johannes Brahms.
Hasta 1840, Schumann compuso exclusivamente obras para piano. Más tarde, escribió para piano y orquesta y muchos lieder.
Lo que ahora se cree que fue una combinación de trastorno bipolar y quizás envenenamiento por mercurio condujo a períodos «maníacos» y «depresivos» en la productividad compositiva de Schumann. Después de un intento de suicidio en 1854, Schumann fue admitido a petición propia en un hospital psiquiátrico en Endenich, cerca de Bonn. Diagnosticado con melancolía psicótica, murió de neumonía dos años después a la edad de 46 años, sin recuperarse de su enfermedad mental. Su vida y obra reflejan en su máxima expresión la naturaleza del Romanticismo: pasión, drama y alegría. En sus obras, de gran intensidad lírica, confluyen una notable complejidad musical con la íntima unión de música y texto.
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