CRÓNICAS DESDE ÁGUILAS. LA MÚSICA Y PROMÚSICA ÁGUILAS

Nuestro compañero Pascual, recién llegado a Águilas y a pesar de las dificultades técnicas que allí se le presenta, no quiere dejar de compartir con todos nosotros, sus crónicas desde Águilas.

UNA ORQUESTA Y UNA ASOCIACIÓN CON ALMA Y UN GRAN CONCIERTO DE CLAUSURA

Nos consta que antes del concierto sucedieron muchas cosas, pero queremos comenzar por lo que realmente importe por encima de todo.

No solo fue para los aficionados de Águilas, sino también para la OSRM su final de temporada, antes de disfrutar de unas bien merecidas vacaciones y los músicos se afanaron para un final glorioso, tanto en el concierto previo en Murcia como en éste de Águilas, bajo la batuta de un director como Manuel Hernández Silva con la capacidad de electrizar a los músicos y trasladar sus emociones el público, y que en la presente temporada, además de dirigir a las principales orquesta españolas, y titular de la Sinfónica de Málaga lo ha hecho también en Argentina en el mítico Colón , en Singapur, Praga, Tucson, Bogotá etc.

La presencia de una gran figura como el chelista Johannes Moser fue capaz de llegar al fondo de un concierto que, al contrario de lo que suceden con los dedicadas al chelo, no pretende ni imitar la voz humana y ni tan siquiera expresar belleza, sino nada mas ni menos que EMOCIONES, que fueron las que junto con una Orquesta con Alma, ese alma que les impregnó Virginia Martinez, recogió el maestro venezolano y llevarlas al corazón de un público extasiado, y por nuestra parte podemos decir que si bien es un concierto escuchado muchas veces, no lo descubrimos hasta ayer.

Además, en un alarde de compañerismo, Moser nos dio una propina, integrándose como un miembro más de la sección de Violonchelos y compartir su éxito de la mejor forma que se puede hacer, junto al resto de los músicos y alejado del podio, en una imagen que dejaba patente la empatía entre ellos.

¡¡¡¡¡ MAMBO !!!!

Pero nos quedaba mucho más y el maestro venezolano, casi danzando al más puro estilo Bernstein hizo una lectura festiva de las Danzas Sinfónicas de West Side Story y romántica de Un Americano en París, para terminar con una larga propina como homenaje a la Danza con el Danzón número 2 del mexicano Arturo Márquez que poco faltó para que el público se levantara de sus sillas al ritmo de la danza. En aquellos momentos, ya se había parado el reloj hacía tiempo y casi era la media noche y el público seguía pidiendo Más, Más, Más, pero evidente no era tiempo para más, con unos músicos que debían viajar hasta la capital murciana, pero donde las caras de felicidad era bien patentes.

Lo dicho: 

UNA ORQUESTA CON ALMA, Y UN CONCIERTO PARA ENMARCAR EN LOS RECUERDOS VIVIDOS Y MÁS VÍVIDO, CON Y GRACIAS A PROMÚSICA ÁGUILAS.