Hoy: Bellas Artes.
En el minueto al rovescio (es decir, «al revés» de la Sonata para piano en do de Franz-Joseph Haydn (1732-1809), el segundo movimiento es exactamente igual al primero, pero interpretado al revés, con el recurso conocido como recurrencia. Igualmente, en una parte del Pierrot Lunaire, de Arnold Schoenberg (1874-1951), la música avanza hacia adelante hasta la mitad de la pieza, y a partir de ahí se toca exactamente igual pero al revés. Paul Hindermith (1895-1963) escribió algo aún mejor: en su obra Ludus tonale, el postludio es, con la adición de un acorde final, igual al preludio, pero la partitura está tocada hacia arriba, hacia abajo y al revés.
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