Rafael Alonso. Jurado número 12 |
Sus grandes dotes interpretativas le permitían enfrentarse a papeles tanto dramáticos como cómicos, y en obras de tanta envergadura como La Vida es Sueño, Hamlet, El baile, En la ardiente oscuridad o incluso en obras clásicas griegas como Esquilo en el Festival de Merida, frente a otros papeles que todos recordamos de corte cómico en La Escopeta Nacional, Bienvenido Mr. Marshall, series como Hotel Royal Manzanares etc.
En definitiva, toda una vida dedicada al arte de la interpretación.
El mismo año de su fallecimiento se le concedió el Premio Goya, a título póstumo, cosa que en nuestro país suele suceder con demasiada frecuencia.
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