Cuando nos disponemos a escuchar una conferencia del profesor Ramón Mª Serrera, vamos con la sensación de reencontrarnos con un verdadero "encantador de serpientes".
Serrera tiene la poco usual habilidad de decirnos los que nos gusta escuchar, y con una elegancia y belleza de expresión verbal como pocas veces tenemos ocasión de hacerlo, usando la palabra como forma de seducción.
Todo esto, se repitió ayer una vez más, y nos sedujo comenzando con su denuncia pública y habitual de reclamar a los políticos una mayor atención al hecho de tener una ciudad que ha inspirado mas de 150 óperas. Recordamos una anterior conferencia del pasado año en el Maestranza denunciando que Sevilla no puede vivir eternamente de la Feria y la Semana Santa, exactamente dijo "Del rebujito y la Primera en la Campana".
Tras esta denuncia, y a pesar de tratarse del análisis de una ópera que aparentemente guarda poco secretos para los aficionados, como es L'Elisir d'Amore, Serrera nos hizo descubrir nuevos matices escondidos tras el libreto y composición musical, así como leves pero importantes detalles solo evidentes para los oídos de un verdadero experto como es él en las voces de sus interpretes, para lo que se valió del soporte de la famosa Una furtiva lagrima, en cuatro distintas interpretaciones, las de : Enrico Caruso, Tito Schipa, Pavarotti y el peruano Juan Diego Florez.
Al termino de su intervención, nuestra compañera Concha Martos, con esa espontaneidad que le caracteriza mostró de forma pública y evidente el sentimiento de todos los presentes.
Ante la opinión expresada por un crítico musical de que la acción se sitúa en el País Vasco, y que no es compartida por Serrera, nuestra compañera María Rosa expresó su sensación de que los personajes son universales y parecen sacados de un cuento, lo que fue ratificado por el conferenciante.
Y ahora, nuestra reflexión: ¿No sería posible tener al profesor Serrera en la nómina del Aula de la Experiencia, para hablar de lo que él quiera?. Historia, Música, Arte, Numismática.......¡Qué mas da!.
Simplemente escucharle ya es un verdadero placer. SERÍA UN VERDADERO LUJO, añadido a los que ya disfrutamos.
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