LOS VIERNES CULTURALES DE LA DÉCIMA

No cabe duda que fue un gran acierto la programación de la magnífica producción de RTVE en aquel añorado Estudio 1, de la obra de Reginald Rose: Doce Hombres sin Piedad.

Junto con dicho acierto, el éxito vino además marcado por la gran afluencia de compañeros deseosos de estar reunidos alrededor del Teatro. Y TEATRO con mayúsculas es lo que ayer nos tocó presenciar con unos actores que convierten un ambiente cerrado y casi opresivo en un despliegue de arte interpretativo que nos hace evadirnos de ese clima.

No somos de los que pensamos que "Cualquier tiempo pasado fue mejor". Eso lo dejamos para los nostálgicos anclados en el pasado pero tanto en la introducción como en las conclusiones finales, reflexionábamos sobre lo fácil que lo tuvo el Director de Casting para elegir doce actores entre toda la nómina de ellos que en aquellos momentos se subían a las escenarios españoles, si bien hemos también de reconocer que una gran mérito de la consagración de muchos de ellos se debió a la apuesta de TVE por el Teatro.

Resulta lamentable verificar que eso actualmente "no vende", pues de ser así, nuestra televisión estaría repleta de programas de este tipo en lugar de lo que se nos ofrece. No obstante, no debemos culpar a nadie sino solo a todo el público. Al fin y al cabo, las televisiones venden lo que se compra por parte del espectador. ¿De qué podemos por tanto quejarnos?

Tras la proyección, se abrió un interesante debate que se deslizó hacia consideraciones sobre la Pena de Muerte, los "deseos irrefrenables de matar" ante situaciones límites en que se puede encontrar el ser humano y otras cuestiones de gran calado.

Ayer se puso el listón muy alto, lo que obliga a nuestros compañeros programadores de eventos a "hilar muy fino" para nuestro próximo Viernes Cultural.