EL PROTOCOLO EN UN CONCIERTO DE MÚSICA CLÁSICA

La RAE define el protocolo como Conjunto de reglas de cortesía que se siguen en las relaciones sociales y que han sido establecidas por costumbre.

Todos nuestros actos sociales están regidos por protocolos, siendo muchos de ellos de sentido común, y por supuesto, existe un protocolo para asistir a un Concierto de Música Clásica, siendo algunos de los más importantes: La puntualidad, La desconexión de los teléfono móviles, La prohibición de asistir a niños menores de tres años por los sonidos incontrolados que puedan emitir. Se aplaude solo al final de la sinfonía y no entre movimientos. Al finalizar, no se debe aplaudir hasta que el director baja las manos y otros más que afectan a aspectos de menor trascendencia aunque siempre importantes.

De entre todos estos protocolos, queremos referirnos a los ruidos bien de adultos, móviles que suenan, pantallas encendidas que molestan,  paraguas que se caen y cuyo sitio es bajo la butaca, caramelos que deberían estar fuera de su papel como precaución antes de comenzar, comentarios sobre la interpretación y, en definitiva de los ruidos.

Todos los aficionados sabemos que cuando estamos acatarrados y con tos, no debemos asistir y esta es norma es de cortesía por atención a los músicos y al resto de público. Los ruidos se escuchan por los músicos igual que el público a ellos.  Frente a ellos, los hay quienes alardean de tener la tos más fuerte de todas.

En ocasiones, los ruidos y voces fuera de tono son emitidos por personas, niños o adultos con circunstancias especiales y fuera de su control. Tanto si son niños como adultos, ello no les exime de la necesidad del respeto debido a los músicos y al resto del público y deberían tomar nota los responsables, que casi nunca son ellos mismos. Todas las orquestas programan en la temporada conciertos especiales para Familia o incluso para niños,  donde el silencio no es lo más importante, y por supuesto, ahí están todos aquellos Conciertazos que les dedicaba Fernando Argenta y que se pueden disfrutar en el hogar. 

Estamos totalmente concienciados sobre la importancia terapéutica de la música en distintos circunstancias y hemos practicado como monitores de Musicoterapia con colectivos realmente "especiales" y, por tanto, junto a nuestra posición de aficionados,  hablamos con conocimiento de causa.