Reformó completamente la ópera eliminando las arias da capo, suprimiendo los extensos recitativos secos con clavecín y reemplazándolos por recitativos acompañados por la orquesta, prescindiendo de los castrati y otorgando una mayor relevancia a la trama argumental de las obras.
Entre sus obras mayor valoradas se encuentran Orfeo ed Euridice (1762) y Alceste (1767) estrenadas en Viena e Iphigénie en Áulide (1774), Armide (1777) y Iphigénie en Táuride (1779) estrenadas en la Ópera de París.
Mantuvo una rivalidad con el compositor italiano Niccolò Piccinni conocido como la Querella de gluckistas y piccinnistas.
Proponemos la escucha de lo que sin duda es una de las arias de amor más bellas del mundo de la ópera barro., ¿Que haré sin mi Eurídice?
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