CARMEN SOLIS: DIRECTA A CUALQUIER CORAZÓN SENSIBLE
¿ES CARMEN SOLÍS LA MEJOR PUCCINIANA ESPAÑOLA?
Todos quienes acudamos el próximo 10 de Agosto a disfrutar de su voz y presencia en los Conciertos de la Luna Llena organizados por ProMúsica Águilas en ese increíble auditorio de la Batería de San Pedro, y al que los aguileños conocen como "La Sartén" podrán sacar sus conclusiones. Nosotros ya lo hemos hecho hace años.
Foto: Revista Scherzo
Dentro de nuestros contactos habituales con aficionados a la Lírica, no conocemos a nadie que no se muestre admirador incondicional de Carmen Solís y no cabe duda que deja una huella indeleble en quienes tienen ocasión de escucharla, y no digamos ya en una actuación tan cercana como es un recital en la corta distancia, con el acompañamiento mágico piano de Rubén Fernandez Aguirre, y lejos del corsé que impone una actuación en Ópera o Zarzuela en un montaje escénico.
De Carmen se han dicho cosas como éstas, por parte de la prensa especializada, como la revista Scherzo.
Dotada de medios vocales, expresivos y personalidad artística que la convierten en incuestionable grande de la lírica española . Con esa vocalidad poderosa, plena de fuste, carnosidad, matices y colores, que ella gobierna con fina inteligencia y un estilo macerado con una cultura vocal y artística trufada de sentido y talento.
La antidiva extremeña se transformó en Madama Butterfly, Tosca, Mimì y la más dulce y conmovedora Lauretta de Gianni Schchi imaginable, con un O mio babbino caro que elevó la temperatura .......
No creo que nadie cante hoy en España un Vissi d’arte como el que Carmen Solís regaló a todos los que el sábado la escuchamos con un nudo en la garganta. O las grandes arias de Butterfly o Mimì.
Su voz, carnosa, densa, fresca, ágil, de perfecta afinación y poderosa proyección, se revela ideal para un repertorio de lírico y hasta lírico-spinto para el que su naturaleza artística y condiciones vocales se prestan a la perfección.
Su canto admira por su delicadeza y belleza, sí, pero, sobre todo, por dirigirse y alcanzar de pleno al corazón sensible del melómano.
Nosotros, que hemos tenido ocasión de escucharla varias veces en Sevilla, solo podemos corroborar todo lo dicho, y estamos realmente ansiosos de que comience su recital en Águilas, donde estaremos, si Dios no dispone otra cosa.
Un bel di vedremo. Una bella noche de luna llena, Veremos a Carmen en el Castillo de Águilas.
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