Si bien actualmente es dificil determinar en Sevilla algunas estaciones, puesto que el otoño y la primavera pasan desapercibidas, si bien en el caso de esta última, son nuestros naranjos los que nos alertan del cambio, con su penetrante aroma, lo cierto es que hemos dejado atrás los rigores del invierno y nos encontramos en esa primavera que es gozosa en nuestra ciudad, por tantos acontecimientos que en ella tienen lugar.
Nada mejor que comenzarla con la música alegorica por antonomasia a esta estación, a través de Vivaldi.
Podéis escuchar el júbilo a través de los violines por el nacimiento de la primavera.
El canto de los pajaros.
El murmullo de las fuentes.
La llegada del viento y la tormenta, como símbolo de la atmósfera violenta de la primavera.
Las danzas pastoriles, ya en el tercer movimiento Allegro.
Todo esto lo podéis "ver", prestando atención a estas notas.
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