AQUELLAS BODAS DE SANGRE

Dificil se nos presenta expresar nuestros sentimientos sobre lo que ayer nos ofrecieron nuestros amigos en el escenario del CICUS.
Al salir de la "experiencia emocional", pues de eso se trató más que de una obra de teatro, nos vino a la mente una antigua historia.

Cuantos sentimientos nos trae esta imagen, con nuestra amiga Reyes, que en la paz del Señor está descansando.

En un acto universitario al que tuvimos ocasión de asistir en Junio de 2013, invitados por la profesora Eva Lainsa, nuestra compañera María Rosa hizo la siguiente pregunta al gran barítono Leo Nucci:
Maestro, ¿cuanto tarda Vd. en desprenderse de Rigoletto para ser de nuevo Leo Nucci?.
El maestro se tomo su tiempo para la siguiente respuesta:
Tras la actuación me retiro al camerino donde permanezco un buen rato en absoluto silencio. Tras eso, me voy dando un paseo al pisito de Triana, donde me espera mi esposa con un caldo, que me ayuda a calmar los ánimos, y digamos que a eso de las 2h. vuelvo a ser Leo. Es un proceso metódico, lento y casi místico.

Lo que en aquellos momentos nos dijo el maestro Nucci, fue el reflejo de nuestro ánimo absolutamente encogido al encontrarnos con el bullicio de la calle, sin ese tiempo de adaptación para bajar a la realidad.
La última imagen de Carmen, acompañada por el Lacrimosa del Requiem de Mozart, se merecería un buen escultor que la plasmara para el futuro. ¡Cuanto dolor fue capaz de expresar por la muerte de su hijo!, al igual que esas Dolorosas que tan solo hace unos días llenaron las calles de Sevilla, por la misma perdida.

El  anuncio de la obra fue capaz de llenar el auditorio de un público que ya conoce de las excelencias de nuestros compañeros, haciéndose patente también un gran trabajo de guión y dirección de Manuela Luna con gran acierto en la elección de la música, comenzando por García Lorca con la música y voz inconfundible de Leonard Cohen que nos anunciaba que algo grande iba a suceder, finalizando con Mozart.

Y entre ellos la excepcional voz de nuestra amiga Pepa, con una Alboreá de antología.
En una obra coral como la que se nos ofreció, es difícil destacar a nadie, más allá de la interpretación estelar de Carmen,

con Antonio y José Manuel plasmando a la perfección los papeles masculinos,

Carmen Prieto asumiendo distintos papeles todos ellos con la perfección que nos tiene acostumbrados, una Victoria excepcional en todos los registros que su personaje le exige,

Emi Doñoro dando una vez más una verdadera clase de interpretación, así como Angeles Gonzalez. Rosario Pascual asumiendo el dificil papel de esposa engañada y fiel.

Lola Gonzalez con una magnífica interpretación,  especialmente en los encuentro con su consuegra.

La emoción y la sorpresa ante lo inexplicable de lo que habíamos vivido, eran los comentarios comunes de todos los asistentes, entre los que había una nutrida presentación de La Décimañ.

Y nos permitimos una reflexión, dedicada a quien corresponda.

Desconocemos si se hace así, pero una actuación como esta, debería ser recogida por el Aula de la Experiencia y representarla en todas las sedes provinciales. Seguro que se encontrarían salones de acto municipales o de instituciones  privadas que con un donativo simbólico se podría dedicar para ceder el beneficio a Obras Sociales.
Sería una verdadera pena que un esfuerzo como el que han hecho nuestros compañeros se quede en una sola representación.

¡QUERIDOS COMPAÑEROS DE ÁGORA TEATRO, SOIS REALMENTE EXTRAORDINARIOS!

Estamos ofreciendo una amplia Galería de Fotos.