AGUILAS TAMBIÉN ES GASTRONOMÍA. EL CAPRICHO DEL CHEF.

NOTA REMITIDA POR NUESTRO COMPAÑERO PASCUAL.

Para todos aquellos que nos desplazamos a Águilas, a la llamada de los conciertos de ProMúsica Águilas, tenemos muchos más atractivos, y si bien el mayor de todos es sentarse a tomar un café en la Glorieta, ver pasar el tiempo y la gente y dejar volar la imaginación, la gastronomía es uno de ellos, maridando de forma sabia  los productos de la huerta y del mar y gracias a unos grandes cocineros que conjugan perfectamente la tradición y en muchos casos, con una actual adaptación.

Playa el Sombrerico en un día invernal

En nuestro próximo viaje, tenemos intención de acudir a uno de esos nuevos atractivos turístico  gastronómico, un chiringuito abierto en la Playa del Sombrerico, a la "esponta" gracias a Cabo Cope de los vientos del Sur y Poniente" si bien totalmente abierta a Levante, pero antes quisiéramos hablar de su responsable en los fogones, Julio Miralles y su esposa en la organización, la aguileña Esmeralda Segura, y todo ello sin perder nuestra "devoción" por El Barquito del Ramonetero Experience.

Julio Miralles es de esos cocineros, amantes de los platos sencillos de la cocina antigua, pero que pueden obligar a recorrer muchos kilómetros para sentir el placer de la buena mesa, como queda patente en sus muchos años al frente del icónico Zalacaín, con tres estrellas Michelin, y que tras su cierre por la pandemia, fue fichado  como Chef Ejecutivo,  por el restaurante Tatel, proyecto gastronómico en la Avenida de la Castellana, de personajes como Abel Matutes Rafael Nadal, Pau Gasol, Cristiano Ronaldo etc. y con ese motivo fue el Personaje del Día en la revista Forbes, y siendo nombrado en el 2019 Mejor Cocinero de la Comunidad de Madrid.

Han pasado muchos años desde esta foto y el edificio está mucho más ruinoso. Un monumento al absurdo.

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Con este bagaje profesional, Julio, aguileño "de corazón", por su matrimonio, y junto a su esposa decidieron llevar a cabo,  un magnífico proyecto de restauración en un entorno de extraordinaria belleza como la Bahía del Hornillo y la Isla del Fraile, comprando a ADIF un terreno que incluía un edificio en ruinas, que hasta hace poco servía de almacén,  con un presupuesto millonario, topándose en ese momento con trabas administrativas, de lo que incluso se ocupó la prensa nacional, pudiéndose encontrar muchas referencias en Internet,  y mientras todo se soluciona y se obtiene la licencia de obras, podemos verificar en el Sombrerico como una modesta caballa, o un tomate con tápena y bonito "saláo" o incluso sardinillas,  puede ser un gran manjar en unas manos adecuadas, y en un entorno de auténtico "Capricho del Chef", si bien el verdadero Capricho será en el Hornillo, y que además cuida el medio ambiente con auténtico celo.

Y hablando de Música y Gastronomía, no tenemos más remedio que pensar en Rossini, quien dedicó la mitad de su vida a la música, y la otra a su gran pasión: La buena comida y el buen vivir.