Si de este período medio en la producción de Beethoven ya nos hemos referido a la Sinfonía nº 3, queremos en este momento hacerlo con su Sonata Los Adioses, continuación de los intentos de Beethoven de expresar emociones a través de su música, que de otra forma serían indescriptibles.
La obra transita entre momentos similares a una meditación íntima, y otros de explosión de emociones. El compositor puso nombre a cada uno de los movimientos de la obra, con la intención de provocar las emociones que esas palabras o situaciones pudieran comunicar: La Despedida, Ausencia y Reencuentro.
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